Las cascadas de Jatun Sacha en el paraiso insular

Nunca habría imaginado que en las islas Galápagos, en el Océano Pacífico, existieran maravillosas cascadas naturales de agua dulce. Por reiteradas ocasiones había escuchado en escasas personas hablar sobre la presencia de cascadas y riachuelos en la parte alta de la isla San Cristóbal.

Saltó entonces entre un grupo de amigas cercanas la necesidad de renovar el ambiente de playa y explorar un nuevo contacto con la naturaleza, fue entonces que se me encomendó la misión de gestionar con la persona que nos llevaría a la Estación Biológica de la Reserva Jatun Sacha.

Una breve conversación con Dora González, nos permitió establecer de inmediato contacto con Carlos González, ambos hermanos y herederos de este mágico lugar, establecido como una reserva natural desde abril del 2013. Finalmente se nos indicó que la persona clave para ponernos de acuerdo para la visita era César Aulestia.

Llegó el ansiado sábado, una camioneta del lugar nos conducía por la rústica vía al Progreso, bastaron aproximadamente treinta minutos para llegar al sitio. Nuestro primer contacto visual fue con una vieja casa de madera. Aprovechando el tiempo, nos dirigimos por un sendero que nos llevó hasta la cascada “Río Camarones”, no es casual la denominación pues en una de las pozas naturales de tránsito se pueden apreciar desarollados camarones que destacan por el color azul.

Entre la abundante vegetación se escondía un caudal de agua natural que desprendía desde lo alto, el lugar llamaba a prepararnos para un relajante baño en comunión con la naturaleza. El entorno nos transportó a un momento de divinidad y profundo respeto a la existencia.

Al retornar de nuevo a la vieja casa en espera de tomar contacto con César, nos encontramos con un nuevo sendero que no condujo hacia otro bloque de vivienda donde se podía apreciar varias hamacas. Al fin llegamos hacia el área de comedor donde nos terminamos de preparar nuestro alimento del día: albacora con moro de lenteja y ensalada.

Al tomar contacto con César Aulestia(oriundo de Ibarra), su carisma y evidente muestra de amor por la naturaleza, armonizó con un efusivo saludo de bienvenida. Comentábamos la hermosa experiencia de visitar minustos antes la cascada Río Camarones (pensábamos que era la única), emocionado exclamó si no habíamos ido a la cascada grande. Como buen anfitrión nos llevó a ese majestuoso lugar, era como explorar otro mundo en el espacio insular.

No hubiéramos imaginado tanta maravilla que sustenta la denominación de las Galápagos como las islas encantadas¨. Más aún de que en medio del mar puedan existir fuentes de agua dulce, un aspecto muy característico de la isla San Cristóbal. De hecho es en esta isla donde históricamente y en 40 años de provincialización de Galápagos, por primera ocasión se ejecuta un proyecto de agua potable para satisfacción de una población de un poco más de 6 mil habitantes.

Jatun Sacha no es solo un nombre, se trata de una reserva con siete cascadas naturales y que protege aproximadamente 200 hectáreas de vegetación endémica. Aquí se puede apreciar un abundante bosque con cuatro zonas vegetativas: zona árida ,zona de transición ,zona de scalesia y zona de Miconia.

A través de esta reserva no solo que se conserva el sitio, sino que además se fomenta la Educación Ambiental apoyando a los programas locales y el manejo de los recursos naturales. Entre los proyectos que se promueven actualmente consta la recuperación de cafetales en convenio con el Ministerio de Agricultura y Ganadería, Magap.

Profundos agradecimientos a César Aulestia por la oportunidad, apertura, amabilidad y alto don humano. Además de ser un excelente anfitrión, es un amante de la música y tocar guitarra, demostrando gran energía y orgullo de tener bajo su responsabilidad este hermoso sitio del paraíso insular.