Las casitas de caña de Don Victor en Manabí

El sonsr del martillo, la lija, y otras herramientas es el sonido cotidiano que da forma a cada una de sus obras de arte. Victor Moreira Moreira, asi va elaborando cada una de sus creaciones, entre pequeños maderos de laureles, mini pilares y trocitos de caña gadúa, edificando con amor y paciencia sus casitas de caña. Un arte que ha ido perfeccionando cada día y que lo heredó de su padre.

Con paciencia y profunda inspiración, Víctor Moreira va plasmando aquellos pequeños detalles que complementan estas replicas en las que se puede admirar cada compartimiento de aquellas casas de caña que congregaban a las familias manabitas y en las que recrea cada ambiente familiar, desde la cuja que servía de camas, la hamaca, hasta los añorados hornos de leña, con su molinillo, la tenaza y más enseres, que nos regocija el alma y nos traslada a esos momentos de amor y sencillez, muy enraizados en nuestras migras manabitas.

Una labor sin dudas que demanda de mucha constancia y dedicación en cada detalle, pero que para éste noble artesano manabita es una actividad que le inspira y que además le sirve de sustento a su familia, pues son muchas más las personas que cada día se esmeran por tener entre sus colecciones o recuerdos una réplica de estas casitas de caña.

Víctor  también construye las casas de caña en tamaños normales a elección y gusto del cliente que requiera sus servicios de carpintería. Mientras persiste en su arte para seguir plasmando su mundo de inspiración en aquellas diminutas viviendas que aspira inmortalizar para las actuales y futuras generaciones como un icono patrimonial de la identidad cultural de la provincia de Manabí.

Y así continua en su jornada diaria, a un costado del rio Portoviejo, en un sector de la Andrés de Vera, creando, diseñando y plasmando cada sueño, noble, sutil y diáfano como su alma.(Adriana Meza Vera).

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