El tradicional caldo de morcilla de manos manabitas
Es típico entre manabitas y más personas que visitan esta hospitalaria provincia degustar del caldo de morcilla. A escasos minutos de la capital provincial en la Ciudad de Portoviejo, desde la parroquia Calderón hasta Sosote, se puede saborear esta delicia y más platos típicos con la sazón única que caracteriza el arte culinario de manos de mujeres manabita.
En mi afán de ir descubriendo aquellos seres anónimos de gran valor me encontré a las hermanas Eulalia y Hermelinda Pisco Forty, de 61 y 57 años, respectivamente. Entablar diálogo con ellas fue tarea fácil, tras la bondad, generosidad y hospitalidad arraigada en las personas honestas y trabajadoras de las migras manabitas, que han encontrado en la cocina su medio de sustento económica para sus hogares. De manera sencilla, explicaron los pasos que dan desde la limpieza del entrijo o tripa del cerdo, que luego es llenada de un preparado con la misma sangre y la carne del animal, para darle el sabor característico a este plato apetecido por muchos y que está acompañado también de plátano verde.
Y es que preparar el caldo de morcilla para una persona común representaría enormes complicaciones, pero para Eulalia y Hermelinda, es una tradición de más de 20 años, cuya experiencia las ha enriquecido en la práctica, heredando ésta labor de su suegra Elba Román, quien a sus 70 años y por motivos de salud simplemente se ha dedicado a administrar el negocio que evidentemente tiene connotación familiar, donde las nueras y nietas colaboran desde la preparación, hasta la cocción de las morcillas, elaboración de longanizas, tongas, seco de gallina criolla, cuyo costo está entre 1 dólar cincuenta centavos a 3 dólares, teniendo el más sano valor agregado, que son preparados en leña. Así que si Usted toma la ruta desde Crucita hasta Portoviejo o la vía que conduce al Cantón Rocafuerte seguro se deleitará de alguno de los menús manabitas. Buen provecho!.
(Este es un homenaje a los seres anónimos que no requieren de poses y permanecen lejos de toda vanidad y petulancia. Aquellos seres honestos y de gran valor que con lo mucho o poco que hacen contribuyen con nuestra Patria, Ecuador)
En mi afán de ir descubriendo aquellos seres anónimos de gran valor me encontré a las hermanas Eulalia y Hermelinda Pisco Forty, de 61 y 57 años, respectivamente. Entablar diálogo con ellas fue tarea fácil, tras la bondad, generosidad y hospitalidad arraigada en las personas honestas y trabajadoras de las migras manabitas, que han encontrado en la cocina su medio de sustento económica para sus hogares. De manera sencilla, explicaron los pasos que dan desde la limpieza del entrijo o tripa del cerdo, que luego es llenada de un preparado con la misma sangre y la carne del animal, para darle el sabor característico a este plato apetecido por muchos y que está acompañado también de plátano verde.
Y es que preparar el caldo de morcilla para una persona común representaría enormes complicaciones, pero para Eulalia y Hermelinda, es una tradición de más de 20 años, cuya experiencia las ha enriquecido en la práctica, heredando ésta labor de su suegra Elba Román, quien a sus 70 años y por motivos de salud simplemente se ha dedicado a administrar el negocio que evidentemente tiene connotación familiar, donde las nueras y nietas colaboran desde la preparación, hasta la cocción de las morcillas, elaboración de longanizas, tongas, seco de gallina criolla, cuyo costo está entre 1 dólar cincuenta centavos a 3 dólares, teniendo el más sano valor agregado, que son preparados en leña. Así que si Usted toma la ruta desde Crucita hasta Portoviejo o la vía que conduce al Cantón Rocafuerte seguro se deleitará de alguno de los menús manabitas. Buen provecho!.
(Este es un homenaje a los seres anónimos que no requieren de poses y permanecen lejos de toda vanidad y petulancia. Aquellos seres honestos y de gran valor que con lo mucho o poco que hacen contribuyen con nuestra Patria, Ecuador)
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Carlos Breilh Castro -